En este segundo poemario, Daniel nos abre las puertas de su mundo fantástico y nos invita a pasear por lugares idílicos, mágicos y cargados de belleza. Respira la magia de sus palabras en cada escenario planteado por el autor y viaja a otra realidad, a un mundo onírico donde todo se percibe de manera diferente, donde visualizarás, como el autor lo hace a través de su mirada especial, aquello que pocos pueden poner en palabras y que Daniel, logra transmitir para que estés allí y lo puedas vivir tal cual él lo sintió.
En estos versos se describen lugares de ensueño, la naturaleza según la percibe un poeta, relatos misteriosos contados con maestría y belleza, rincones solo accesibles desde el alma que nos hablan de espiritualidad. Se habla de la vida misma y sus dos caras, del momento de la muerte, de la conexión con el universo y de la pasión del autor por el noble arte de escribir, así como su idilio con la poesía.
Estamos ante un libro muy interesante para perderte en sus páginas y regresar de sus mundos más completo, o en tal caso, al menos, tras haberte deleitado durante el viaje.
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